Bueno, pues terminaron las vacaciones de verano y acabamos de entrar en mi mes favorito: septiembre.
Y lo es por muchas cosas. Ya, ya sé que me vais a decir que si estoy a favor de la subida del IVA, de que empiece el cole, de volver al trabajo (los que aún tengáis esa suerte), de dejar el terraceo con solecito y las noches de chill out al lado de la playa (los que tengáis también esa suerte). Pues no. No me gusta la subida del IVA, ni que empiece el cole, ni nada de lo otro tampoco. Es que me gusta porque yo soy así:
Me gusta la luz de septiembre, su anochecer temprano. Me gusta su brisa con aire fresquito, el olor del campo anunciando la vendimia. Me gusta septiembre porque empieza a cambiar el color del paisaje, porque el verde va perdiendo intensidad y comienzan a aparecer tímidamente los pardos y ocres que tanto me dicen e inspiran. Me gusta septiembre porque apetece ir encendiendo la chimenea para las noches frescas. Me gusta porque hace cinco septiembres empecé este blog. Me gusta por todo ello pero, sobretodo, me gusta porque en septiembre nací yo.
Así que para calmar la angustia de los que volvéis al trabajo, o de los que tengáis que volver al cole, a examinarse y a examinar, os dejo unas magdalenas reconstituyentes con la dulzura del chocolate energizante y la frescura del queso. Os aviso que son adictivas, así que podéis duplicar o triplicar las cantidades, porque sentiréis la necesidad de probarlas, reprobarlas y, finalmente, aprobarlas. ¡¡Muacs dulces!!.
INGREDIENTES: con estas cantidades os saldrán fácilmente docena y media
Bueno, pues lo dicho antes. Espero que con estas apetitosas amigas pequéis mucho. Yo, algo, lo he hecho.
Me gusta mucho esta receta, me la llevo, gracias por compartirla.
Un abrazo
Me han encantado estos cupcakes! Y me has convencido, Septiembre es un muy buen mes 🙂 Bicosss
Que bonita la descripción de septiembre, es un mes que me encanta, ya me acuerdo que naciste el día 11, las magdalenas, muy buenas. Un besiño y te leo,