Menudo título me ha salido. Y no lo digo por lo de «puro amor» sino por lo de Brigadeiros de chocolate, jaja.

Pues sí, es verdad que estos días, ando yo liada pensando en eso que llamamos y, esperamos sentir alguna vez en nuestras carnes, corazón, alma, ojos, manos…., vamos, en todo nuestro ser, el Puro Amor.

Tal vez el adjetivo «puro» pueda pensarse que es algo que va intrínsicamente con el amor. Pero, en mis recientes investigaciones, he podido comprobar que, no siempre es así. Los hay puros y los hay y, mucho, impuros.

Hay amores verdaderos, amores de madre, amores ocultos, amores platónicos y aristoteĺicos y descartianos e incluso, amores prohibidos. Pero, ¿qué narices son los amores puros o los puros amores?.

Si tienes alguna teoría, explicación o lo que sea, agradecería me lo comuniques, pues necesito terminar la investigación porque mi cabecita ya no da más y mi corazón dice que vaya echando cerrojo. Lo dicho, ayúdame a descifrar ese «puro amor». 

Lo que es puro y es amoroso es este dulce. Receta sacada del blog de mi Pepe «especial», en donde podrás saber algo más de su historia. 

Son estos Brigadeiros los que doné para recaudar fondos para ayudar al niño Abraham Presa en su tratamiento (agradecida a los que los comprasteis todos) y, con los que endulcé a mis compañeros del programa de la Radio Galega, en el que participo, (Come e Fala) el pasado domingo.

Receta sencilla de las que me gustan y, que ha encantado a todos. Además, son aptos también para celíacos con lo cual maravillooooso. Vamos con la simple lista de ingredientes y elaboración.

INGREDIENTES: con estas cantidades salen como unas dos docenas

• 1 bote pequeño de leche condensada
• 2 cucharadas de mantequilla
• 3 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
• Fideos de chocolate para la decoración

ELABORACIÓN:

• Tan sencilla como poner en un cazo, a fuego medio, la leche condensada junto con la mantequilla y el cacao en polvo.
• Sin parar de remover verás cómo la mezcla va espesando. Ojo y no te despistes, pues tiende a «agarrar». Tú, meneo va, meneo viene, sigue con las varillas.
• Sabrás que está lista cuando veas que se despega de las paredes del cazo.
• Entonces, la viertes en una fuente un poco honda, untada de mantequilla. Dejas que se enfríe y refrigeras.
• La pasta endurecerá y podrás formar las bolitas que, pasarás a continuación por los fideos et voilà.

Es que han quedado tan bonitas en estas mini cápsulas que las fotos lucen por sí solas un montón. Forman parte ya de mi catálogo de dulces para las Candy Bar (mesas dulces) que preparo y que tú me puedes encargar.

La textura no es como la de las trufas. Mas bien, como un toffee blandito. Con lo cual, no son tan «pesadas» y no tenemos la impresión de estar llenos.

Fantásticos brigadeiros de chocolate que podrás tunear añadiéndole una gotitas de ese licor que te encanta.

Oye, que quedo aguardando que me digas lo del puro amor/ amor puro. Mira que no me duermo hasta que me contestes, eh!.

Muacs dulces