Hola, hoy rápidamente quiero compartir con vosotros una noticia que me ha dado mucha alegría y sobretodo mucho orgullo. El Concello de Melide (A Coruña) me ha nombrado Embajadora del Melindre.

Para alguien tan amante de lo dulce como yo, os imagináis lo que supone que, desde un ayuntamiento de nuestra querida Galicia, se fijen en una para recibir tal distinción que luciré con orgullo allá por donde vaya.

Os he de confesar que a esta fiesta suelo acudir cada año que puedo. Es más, he trabajado como formadora en una empresa de dicha localidad y sus calles, sus iglesias, su riqueza paisajística, agrícola y productora me enamoró hace mucho, por no hablar de su música tradicional. Si no habéis escuchado a Os Melidaos, deberíais hacerlo ya. Y, cómo no, hablar de los empresarios distribuidores de productos vitivinícolas y de producción ecológica, los artesanos del cuero, productores de queso, postres artesanos, explotaciones agrarias para presumir, las pulperías tan conocidas y visitadas por tantos y tantos peregrinos, ya que Melide está en el Camino de Santiago. Tierra grande, tierra de grandes.

Para los que me conocéis un poco sabéis de mi pasión por los puentes. Bueno, pues en la parroquia de Furelos hay un puente precioso del s.XII que, cómo no, me atrajo desde la primera vez que acudí a verlo. Eso sí, con anécdota incluída. ¿Os la cuento?, Jaja, Todavía me río:

puentefurelos

Pues salía de dar clase y siempre que veía la señalización hacia el puente me decía «de hoy no paso sin ir a fotografiarlo». Y pasaban los días. Hasta que uno me dije: «hoy vas, Berta. Toma el desvío». Y así fue.

Digamos que había llovido bastante los días previos y el camino sin asfaltar era una ruta de socavones. Tras el primero cogido de lleno me dije «para qué me metería yo por aquí». Pero, al mismo tiempo, creía que eso era el destino que quería que mi encuentro con el bridge fuera, digamos, no fácil.

Seguí mi camino hasta que éste terminó. Dejé el coche al lado de un par de casas, era la hora del almuerzo. Salgo del coche ya con la boca abierta porque ante mi se presentaba mi objetivo.

¡¡¡Ahhhhh, no estaba sola!!!. No, como decimos en Galicia:

«nunca falta un can nunha merenda» 

que traducido viene a querer algo así como que «nunca falta un perro en una merienda». Vale, un perro es un perro, y yo soy, digamos, grande. Pero es que este perro era de los perros pesados que miden 30 cm pero se creen King Kong.

Di las gracias por haber escogido para cubrir mis pies ese día las botas altas. Botas que fueron exhaustivamente catadas por el canino. Y yo a todo esto tratando de establecer un diálogo con él, meneando la pierna para ver si el chucho se soltaba de mi bota y deseando que, de alguna de aquellas casas, saliera su dueño y lo llamara a la voz de

«sandokánvenparacasa»

Nada, sólo se oían mis gritos (tras el diálogo improducente llegué a alzar la voz) diciéndole «vete, marcha, pasapacasaya» y meneando el pie derecho para sacármelo de encima.

Yoloúnicoquequeríaerahacerunafoto

Tras decidirme a coger un palillo del suelo (palillo que, para que nadie se asuste, tenía unas dimensiones de unos 65cm) y amenazarle, el chucho se cansó de mi en el preciso instante que comencé a cruzar el puente.

puentefurelos2

Hice mis fotos con el móvil sin quitar el ojo derecho de vigilar al can y me dispuse a cruzar de nuevo para llegar, tras nueva desventura con King Kong, al coche.

Eso sí, cuando arranqué el motor salió alguien a mirar por la ventana de la cocina de una de las casas, «a buena hora, señora»-pensé.

Pues tras esta anécdota que, sólo me pasa a mi, os lo juro, os animo a visitar Terra de Melide.

El próximo domingo día 12 tiene lugar su XXII Fiesta del Melindre y de la Repostería de la Tierra de Melide y, aunque se darán encuentro reposteros de toda la península, los verdaderos protagonistas son los Reposteros Artesanos reunidos en la Asociación de Repostería Tradicional Melide Terra Doce, con sus famosos Melindres, Almendrados y los exclusivos Ricos. Este trío perfecto ilustra el cartel de la celebración y, con ellos, además han realizado distintas presentaciones, maridajes y postres estos días.

En este enlace podéis seguir todo el transcurso de la Fiesta que, además, este año se transmitirá por streaming. ¡Qué bueno para no perderse nada!.

Yo, comienzo mañana y prometo llegar viva el domingo para lucir feliz con mi mejor sonrisa y disfrutar, ayudar a promocionar este dulcerío y agradecer muchísimo esta distinción que comparto con todos los que me visitáis y animáis a seguir adelante en este camino precioso de la vida, de la vida en dulce.