Los que me conocéis bien, sabéis lo que me gusta aprender y empaparme de lo que me rodea y de los que me rodeáis y que, en la medida de mis posibilidades, intento aprovechar cada ocasión que se me brinda.
Aplico también esta filosofía a los productos que empleo en mi cocina (intento que sean básicamente gallegos). Creo que los consumidores debemos ser cada vez más responsables, apoyando el crecimiento de nuestros productores y de nuestra tierra. Tenemos materia prima de primera y elaborados de calidad extra. Me gusta presumir de mi tierra, Galicia, y quiero que vosotros conozcáis algo más de ella a través de esta humilde ventana.
Hace unos meses, mi madre resultó agraciada en la campaña «La Gallina de los Huevos de Oro», promovida por Pazo de Vilane y Canal Cocina. El premio consistía en un fin de semana para conocer a las gallinas que tan ricos huevos nos dan y el proyecto empresarial de la familia Varela-Portas de Orduña.
Mi familia y yo somos consumidores de los huevos de Pazo de Vilane desde hace muchos años y, por lo tanto, este premio nos pareció un super premio. Imaginaos lo contenta que me puse cuando mi madre me dijo que iba a ser yo quien la acompañara. Gracias mami!.
En otro post, os enseñaré la casa de turismo rural en la que nos alojamos, A Parada das Bestas, porque merece una entrada en solitario. Sólo anticipo que no podíamos ser mejor tratadas por Suso y María que han sido fantásticos.
Bueno, os voy a situar Pazo de Vilane. Está en la localidad lucense de Antas de Ulla (Comarca de la Ulloa), zona rica en prados, soutos, explotaciones ganaderas, etc. En Antas, se encuentra el nacimiento del río Ulla, uno de los ríos más importantes de Galicia. Además por esta comarca, atraviesa el Camino de Santiago.
Nos recibieron Piedad y Nuria Varela-Portas de Orduña y comenzamos la visita del Pazo(s xvii), su cocina, salas privadas, la capilla y zonas que han rehabilitado. Se mantiene la esencia de un Pazo de labranza. Fantástica la lareira en la cocina y la solaina que recorre la fachada interior y se asoma al patio, donde tienen lugar distintas actividades culturales, entre las que destacan los conciertos.
Pazo de Vilane es un proyecto familiar, pionero en la producción de huevos de gallinas en libertad. Su fundador, Juan Varela-Portas, creyó en el valor de este tipo de explotación y, en 1996 regresó a Antas de Ulla para poner en funcionamiento su idea. De esta manera, y con tesón, esfuerzo y convencimiento, han pasado de las 50 gallinas de sus inicios, a la impactante cifra de 10000 en la actualidad, creando una empresa que sigue creciendo y cuyos productos se encuentran en las principales cadenas de alimentación.
Las gallinas de Pazo de Vilane, crecen y viven en libertad, alimentándose de maíz, cereales y lo que comen durante su pastoreo. Una cuidada alimentación, un entorno sostenible, un exigente control de limpieza en el gallinero, recogida de puesta cada mañana y su traslado a la nave de envasado, en la que se cumple la normativa ISO 22000 de Seguridad Alimentaria.
Todo este protocolo se ve avalado por el sello Galicia Calidade y AENOR y por todo ello, estos huevos, son «mis huevos de cabecera».
Las gallinas recorren la finca libremente. Todo ello hace que sus huevos tengan mayor consistencia, aroma intenso y un sabor característico. Yo lo corroboro. Ya os comenté que en mi casa y en las de mi familia, son los huevos que consumimos. Es cierto que su precio está por encima de la media pero, para mi, la calidad no tiene precio. Y más, habiendo conocido el proceso que se sigue en Pazo de Vilane.
Mira qué chuliñas son las gallinas
Después, dimos un paseo la mar de agradable para ver la plantación de frambuesas y arándanos con los que se elaboran mermeladas extra que están riquísimas como acompañamiento de quesos, yogurt, tostadas, etc. Y pudimos probar las frambuesas. Mmmm, buenísimas. Estad atentos porque, en breve, publicaré una nueva receta.
Ha sido una visita instructiva pero, sobretodo, enriquecedora. A continuación, almorzamos con Nuria, Piedad y Juan Pedro y en esas conversaciones que se forman alrededor de una mesa, surgieron ideas, impresiones, energías que me llenaron de inmensa gratitud a nuestros anfitriones por ser, ya no unos grandes empresarios, sino personas cercanas y humanas. Ya sabéis que yo soy muy de «sentir» y, creedme, sentí muchísimo. Solemos decir que la vida es injusta pero, en muchas ocasiones, es sorprendente y agradable. Y este fin de semana lo ha sido y tanto. Me ha encantado compartir estos momentos con mi madre y sé que ella corrobora cada una de mis palabras.
Muchas gracias familia Varela-Portas de Orduña.
Puedes ver la receta de Mug Cake que he realizado con los huevos camperos y la mermelada de Pazo de Vilane pinchando aquí.
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