Creo que durante este confinamiento me estoy reencontrando. Es decir, ha vuelto la Berta de los kilos. Así que imaginaréis que estoy deseando que termine porque, de lo contrario, acabaré sumida en una depresión inducida por mí misma y mis ganas de hacer y consumir dulce.

Pero, no os preocupéis en demasía puesto que, mi dieta trata de ser lo más equilibrada posible. Todo este dulcerío lo compenso con mucha ensalada y proteína a la plancha. Desgraciadamente, mis sistemas músculo-esquelético y cardiovascular no me dejan ejercitar mucho, así que tengo que cuidar lo que como.  Pero, al postre, no renuncio. Os engañaría y me engañaría a mi misma si dijera que no he cogido peso este, casi, mes de reclusión. Mi máxima en estos momentos es:

 

M O D E R A C I Ó N, BERTA, M O D E R A C I Ó N

Una vez más, tenía que aprovechar unas yemas cocidas que se habían quedado en un tupper en la nevera. La ocasión era perfecta para hacer unas riquísimas GALLETAS de YEMA COCIDA. Como lo oyes, así, sin miedo, sin red, a lo loco. El resultado es buenísimo.

Yo, por aquello de mis padeceres, las he hecho sin gluten. Tú puedes hacerlo con gluten y me cuentas, por favor.

 

INGREDIENTES:

  • 3 huevos

  • 100 gr. de mantequilla

  • 200 gr. de harina (yo he usado harina de repostería sin gluten)

  • 100 gr. de azúcar

 

ELABORACIÓN:

  • Cocemos 2 huevos y reservamos las yemas.

  • En un recipiente unimos, con la ayuda de una espátula, las yemas cocidas (ya frías), la yema cruda y el azúcar. Integramos bien hasta que quede una especie de masa. Trabájala bien para que se deshagan las yemas cocidas completamente.

  • En otro recipiente unimos la mantequilla con la harina. Al principio te parecerá que aquéllo no se va a integrar nunca. Ten Fe y sigue uniendo todo. (Yo lo he hecho todo a mano).

  • Mezclamos ambas masas hasta conseguir una a la que le daremos forma de bola. La cubres con papel film y la dejas enfríar en la nevera.

  • Precalentamos el horno a 180 grados, calor arriba y abajo.

  • Con un rodillo extendemos la masa dejando una plancha de algo más de 0,5 cm. de grosor.

  • Cortamos las galletas con un cortapastas y las ponemos sobre la bandeja de horno forrada con papel de hornear. (Yo he empleado un molde redondo de unos 7cm. y me han salido 20 galletas. Puedes utilizar otros cortadores más pequeños para obtener más cantidad).

  • Horneamos durante 15-20 minutos, calor arriba y abajo hasta que tengan un color doradito. Al no tener levadura, puedes abrir el horno las veces que quieras para verificar el punto.

  • Después de este tiempo, las sacamos del horno y disponemos sobre una rejilla para que enfríen bien. Te parecerá que están un pelín blandas. Al enfríar por completo se endurecen. Ten Fe.

  • Yo no les he puesto ninguna decoración pero, antes de introducirlas en el horno, puedes espolvorear unas nueces picadas, frutas o granillo de chocolate y almendra.

 

Están crujientes, con ese sabor de la mantequilla y yema. Muy, muy ricas.

 

 

 

¿No os parecen ideales estos platitos de cristal tipo azulejos/mandalas? Un regalo de mi madre que, siempre que viaja y, también,cuando no lo hace, me regala cosas tan bonitas para que luzca todo. Gracias mamá. 😳

 

 

Espero que os animéis a hacerlas. Cuidaos.