Si hay un producto dulce que me fascine, ese es el Dulce de Leche.
Recuerdo a mi madre cociendo los botes de leche condensada para después empezar cuchara a cuchara a disfrutarlo. No duraba ni un suspiro.
En mi último paseo por la riqueza arquitectónica gallega, recalé en Sobrado dos Monxes, concello que reúne en sus 126km de extensión mucho de lo que necesito para desconectar: cabecera de los ríos Mandeo y Tambre, una laguna artificial del s.XVI, el segundo carballo más grande de Galicia en Portacal, el tristemente abandonadísimo Campamento Romano de A Ciadella, pazos, carballeiras, gran gastronomía (ternera gallega, queso DO Arzúa-Ulloa, truchas (cuya fiesta se celebra el 2º o 3º fin de semana de agosto) y mucho arte monacal que pido, por favor, no se deje perder ni estropear.
Cuando llegas a Sobrado dos Monxes, sientes la paz que te traslada la comunidad cisterciense anfitriona de muchos peregrinos realizando el Camino de Santiago. Perderse entre los muros de su sala capitular (año 952) y meditar en la inmensidad de su iglesia, pasear por la hermosa sacristía e imaginar el poder y riqueza de este lugar y sus gentes en una época en la que el poder vivía tras muros eclesiásticos, no te deja indiferente.
El Monasterio de Santa María de Sobrado atrae pero, os confieso que en alguna sala, me sentí incómoda, perturbada, como si notara «algo». Claro que las fotos tan bonitas que obtuve y visitar la tienda y encontrarme, mientras llegaba un grupo de viajeros japoneses que se iban a albergar en el monasterio, alucinando con las medallitas, reproducciones de retablos, imágenes de nuestros santos, etc,… pues lo dicho, encontarme con este bote de dulce de leche, me hizo olvidar las vibrations.
En su etiqueta reza: «Dulce de leche envasado al silencio», » Mano de Santo Cisterciense», «Elaborado y envasado por los monjes de la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia».
Y pensé: «justo lo que necesito: silencio, mano de santo y mucha estrecha observancia».
Nada más fácil que emplearlo con mi nata favorita (Feiraco) y volverme loca de placer al degustarlo.
Absténgase los sosos y salados. Mi delicia es sólo para los dulceros, dulceros.
INGREDIENTES:
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- 1 bote de Dulce de Leche Mano de Santo Cisterciense
- 150 ml nata repostería Feiraco
- 3 huevos
- 3 hojas de gelatina [/checklist]
ELABORACIÓN:
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- Hidrata las hojas de gelatina en agua bien fría y fúndelas en un poco de agua caliente.
- Mézclalas con el dulce de leche.
- Añade las yemas de huevo y la nata montada hasta obtener una especie de crema.
- Por último, añade las claras montadas a punto de nieve.
- Viértelo en flaneras caramelizadas y refrigera hasta que cuajen.
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Lo he acompañado con una salsa de chocolate blanco y estaba mmmm.
«Yo, sigo mi retiro en silencio porque es mano de santo»
Me dará igual cómo me siente y la noche siguiente y el día posterior. QUIEROOOOOOOO!!!!
Adoro el dulce de leche!
En mi casa tambien se cocian los tarros dd leche!! Delicioso!
Esos!
Gracias Gloria. A mi me pierde el dulce de leche. Ahh por qué todo lo bueno tiene que ser extracalórico, verdad?
Muacs dulces