Celebration, Celebration!!! que cantaba Rosa de España.
Si hay algo que me gusta un montón, es que me hagan partícipe de sorpresas (mencanta, mencanta, me siento así como los que salen en la tele).
Si hay algo que me aterra un montón, es que me hagan encargos dulces, que jamás he hecho, para sorprender (cuando la primera sorprendida soy yo).
Si hay algo que me fascina un montón, es que una tarta mía vaya a ser la gran sorpresa de una celebration, celebration.
Si hay algo que me pone de los nervios, es que intentes hacer la tarta más rica, más bonita y mejor hechita del mundo y, los hados confabulen contra ti, tengas que sacar todas tus armas de mujer y de dulcera mayor del reino aún a sabiendas que saldrás victoriosa.
Si hay algo que me hace sentir que soy la #bertacrack que soy, es que siempre, siempre, aquéllos que confían en mi dulcerío, me llaman para decirme que todo ha salido estupendo. Ainssss, corazoncito mío que tanto sufre y disfruta.
Cuando D se puso en contacto conmigo para buscar la tarta con la que sorprender a M, me hizo mucha ilusión (y un poco de acojonamien.. también). ¿No os ha pasado que basta para que quieras hacer algo que, por otra parte, siempre te sale perfecto, para un amigo/cliente/familia/celebration, la ley del fastidioso Murphy aparezca en escena?. Váyase Sr Murphy que ya tengo bastante con lo que tengo.
foto by D
Bueno, pues sigo. D quería sorprender a M con una Red Velvet. Vamos, la clásica Red Velvet de toda la vida, pero con unos ligeros cambios: de cobertura en lugar de la crema de queso, iría fondant. Ese fondant que M siempre ve en los programas de televisión allende los mares y, que ahora por obra y gracia de D y B (la que redacta) iba a tener.
Tras varios guacháps con intercambio de gustos, fotos, parámetros, D me dijo, hazla tú como veas pero que sea sencilla y nada ostentosa.
«Tá claro»-pensé
Bueno, pues lanzado el guante y recogido el reto o, lanzado el reto y recogido el guante (que tanto monta, monta tanto), manos a la obra, cabeciña a funcionar porque lo que tenía muy claro, eran las siguientes premisas:
1.- D apostaba por mi para algo tan bonito como sorprender a M (si es que eso se puede conseguir).
2.- M tenía que quedar no sólo sorprendido, sino encantado (si es que eso se puede conseguir).
3.- B quería que D y M fueran, a la vez, sorprendidos y quedaran encantados (eso sí que yo lo podría conseguir).
4.- B no debía morir en el intento (bueno, de esto hablaremos otro día).
foto by D
Cuando se iba acercando la fecha, más ganas tenía yo de ponerme con la Red Velvet de mi corazón: ya me llegara el patchwork para el guateado, el colorante estupendo que me recomendó Vanesa de Hello Cakes, las flores maravillosas que adquirí en Rose Bakery, etc. Lo tenía todo.
Ahh, que se me ha olvidado deciros que el reto lo era porque, además, la tartita va sin lactosa. Hala, así de chula soy, que me pongo a hacer, por primera vez en mi vida, algo sin lactosa sin darme cuenta que, en el mercado no hay mantequilla ni buttermilk, sin tan curioso ingrediente. Venga, alegría para el cuerpo, macarena, agggg!
No sufráis por mi, ya os dije que era #bertacrack y no hay quien se me resista, ni la lactosa. Todo resuelto y bien resuelto.
Pensaba acercar la tarta a Vigo, pero cuando supe el plan de D, me moló todavía más (a estas alturas de la peli, ya había pasado por el «momento casi infarto»). La Red Velvet sin lactosa y con cobertura de fondant iba a ser entregada en la maravillosa Quinta de San Amaro. ¡Qué bonito, qué bonito, por favor!.
Si hay un sitio especial en Galicia (y, mira que hay unos cuantos) ese es A Quinta de San Amaro. Un lugar que Julio y Nacho han creado con tanto gusto y tan, tan, tan, cómo diría, fuera del concepto tiempo/espacio (menuda chispa me acaba de salir), un lugar que hay que conocer y disfrutar.
A lo mejor ya habéis leído mi primera vez allí.
Claro, pero es que a M le iba a resultar extraño que yo me pasara por allí, así sin más (que no queda al lado de mi casa). Así que D me dice: «quedamos a tomar un café en A Quinta y te traes unas galletitas para que M no sospeche y Julio te guarda la tarta».
Bueno, así contado en tres palabras. Pasamos una tarde estupenda en el saloncito, echamos unas risas y, en nuestro interior, teníamos ese angeliño/demoniño que miraba para M pensando:
«ay rapaz, que no te esperas lo que se te viene encima a los postres en la cena»
foto by D
Fantástico es poco. Contado en versión resumida fue de la siguiente manera: llegó el momento y cambiado de escenario M pasa cercano a la cocina y ve LA TARTA. Ni se imaginaba que él era el destinatario. Es más, en su alarde de guionista cinematográfico, ya le había puesto dueña a Su Red Velvet. Así que, no os podéis imaginar cómo se quedó de pasmaaaaoooo cuando, a quien se la acercaron fue a él. En medio segundo, ya estaba la foto colgada en facebook y yo, muerta de la risa y happy total viéndolo desde mi casa.
foto by D
¡Qué ilusión me llevé cuando llamaron para contármelo todo y, decirme que había salido Perfect y que M estaba encantado con su Red Velvet by El Sabor de lo Dulce!. Ainsss, todos mis pesares habían quedado en ese rincón del alma que se llama «olvido».
¿Vamos allá con la receta?
INGREDIENTES:
Os he dicho que es una tarta sin lactosa. A pesar de la dificultad de trabajar las cremas sin, os aseguro que se sobrevive a su realización, jaja. Nada, yo sé lo que me digo.
Para hacer la mantequilla he batido nata sin lactosa hasta que se separe el suero (que he utilizado como sustituto del buttermilk), he lavado, escurrido y dejado reposar la pseudo mantequilla.
Para el bizcocho: yo tuve que hacer dos
Para la crema de queso:
ELABORACIÓN:
Engrasa un molde (en mi caso de 18cm).
Tamiza y reserva la harina, cacao, levadura química, bicarbonato y sal.
Mezcla el suero de leche con el colorante, la vainilla y el vinagre y reserva.
Bate la mantequilla y el azúcar hasta que cremen.
Añade los huevos uno a uno y bate.
Añade los ingredientes secos alternándolos con los líquidos y sigue batiendo.
Hornea con horno precalentado a 170º hasta que el bizcocho esté firme.
Retira del molde y deja que enfríen (mejor de un día para otro).
Para la crema de queso:
Bate la mantequilla con el azúcar.
Añade el queso en crema, la vainilla y el colorante y bate un poco más.
Deja que repose la crema unas horitas en la nevera.
foto by D
Montaje:
Corta el bizcocho en capas y cubre con la crema de queso.
En este caso, la recubrí con fondant y realicé la decoración con aplicaciones de fondant también y bolitas de azúcar.
Simplemente, quedó muy lucida. Sencilla y muy rica, premisas básicas en mi cocina.
Espero que os haya gustado y que os hayáis reído igual que yo. Noooooo, que yo he llorado mucho…… soy una romántica a la que estas cosas sorpresivas le encantan y, bueno, cuando le suceden a personas que quiero, lloro mucho más.
Si queréis encargar la vuestra:
elsabordelodulce arroba gmail.com
Agradecer a D, una vez más. que contara con Candy Bar by El Sabor de lo Dulce para este momentazo celebration.
A M, por ser tan fascinantemente divertido, espontáneo y original y, a Julio y Nacho, de A Quinta de San Amaro, por permitir que esto tan bonito pueda pasar.
Me encanta cómo lo cuentas!! Sabía que me iba a reír… Y yo que «casi» estropeo la sorpresaaaaaaa Ains
MAGNIFICA, MAGNIFICA, MAGNIFICA. Tú, la Tarta, y el Sabor de lo Dulce!!
estás ya lanzada al estrellato.
Los bizcochos perfectos de color, de nivelado.
El fondant te quedó como los de la Peggy Porschen… Madre mía, para ser neófita, cuánto futuros tienes rapaza!!
Curri
aah eres tan loca y tan divertida como lo cuentas y te ha quedado una tarta maravillosa, de película que la Marta Stewart (quien es la Marta Syewart????) tu eres una maravilla y te quedó perfecta. Me fijo en la receta y la guardo pos que nunca he hecho una red velvet, de película insisto! la Vio La Olga,? le va a encantar!
besossss
pero chiquilla porque tanto pesar si te ha quedado perfecta y preciosisima
¡¡besos¡¡
Antes de nada, me encantó conocerte el otro día, pues por varios amigos sabía que eras un crack y un encanto. Corroborado, a pesar de haber intercambiado tan sólo unas palabras.
Segundo, como persona intolerante a la lactosa desde nacimiento (y tristemente de ese % que no deja de serlo) sé que trabajar con producto sin lactosa es latoso, no reaccionan igual ante las preparaciones, y es difícil encontrarlos (de hecho cuando recuerde donde encontré buttermilk una vez te lo diré) Yo tb cocino cosas sin lactosa cuando son exclusivamente para mí, y levanto el sombrero por la perfección de la tarta. Como dicen en ingles, you nailed it! (lo bordaste!)
Y me pongo en el lugar de él y te hubiera abrazado y llorado de emoción (de hecho mi gran amiga del alma, cocinera del Garum, Vanesa Vera, me hizo una tarta por mi cumple tb sin lactosa, y tb, estaba espectacular) Gracias Berta! eres una #BertaCrack!! 😉
Solo una palabra IMPRESIONANTE¡¡¡¡¡¡
Espectacular por dentro y por fuera. Felicidades! Bicos 🙂
Marieta gracias tesoro. Lo que nos pudimos reir con tu comentario.
Currigracias. Eres bien generosa con tus palabras. Ya quisiera yo ser la Peggy!. Lo del estrellato mientras no sea estrellada.
Gloria gracias por venir. Ahh Martha, tú como Curri, me véis con ojos de amigas. Sois tremendas!!.
lola ayyy si tú supieras lo estresadiña que soy. Gracias.
paula muchas gracias por tu visita y tus palabras. Ya te dije una vez, que no te fies de quien te habla bien de mi, jeje. Eras de las que me faltaba por conocer, siempre te veo en fotos. Ahora, ya que las presentaciones in person se han hecho, aquí estoy y me tienes.
Montse muchas gracias.
Vero muchísimas gracias de corazón.
Muacs dulces a todas por ser tan generosas
Preciosisimaaaaaaaaaaaaa no me extraña que fuera un exito la has bordaooooooooo que arte tienes y que razon tienes es dificilisimoooooo hacer muchas cosas para los intolerantes a la lactosa mi marido tambien lo es desde hace 18 años y no veas lo que sufre al no poder comer muchas de las cosas que hago.
Bicos mil wapa.
Chus muchas gracias por venir. Desconocía lo de tu marido y sí que es complicado porque, como comentaba Paula, y más en concreto en esta tarta, los lácteos sin lactosa no se comportan igual a los que sí la llevan. Después de esta experiencia, super gratificante y didáctica, ya estoy más sensibilizada hacia este colectivo y, no dudo en realizar alguna cosilla más.
Muacs dulces