Aunque os pueda parecer exagerado el título de esta entrada, cuando veáis las fotos os daréis cuenta que hasta me quedo corta con el adjetivo. Sabéis que me gusta mucho aprender, me encanta realizar cursos (y no sólo de dulcerío, sino de cualquier tema que se me antoje interesante y curioso). Adquirir conocimiento es importantísimo para mi. Es una de mis maneras preferidas de enriquecerme como persona. Qué le voy a hacer!. Soy así de «rarita».
Cuando conocí el blog de las hermanas García de Vinuesa, sentí un flechazo de esos que me han sucedido en contadísimas ocasiones. Y, fue un flechazo, porque encontré un lugar en el que, el estilo que me gusta, había tomado cuerpo.
Mariapi, Berta y Mer
El buen gusto que tienen Mer y Mariapi se transmite en cada foto que cuelgan en su página, en cada rincón de su estudio, en cada tacita, en cada galleta, en cada ramito de flores secas, en cada adorno, en sus cintas y papeles, en los bastidores, en los cuadros y ventanas. En todo el mundo MuyDulceVinuesa.
Yo, qué queréis que os diga. Hacía mucho, mucho tiempo que deseaba hacer un curso con ellas. No me importaba la fecha del año, ni la temática. Fueron muchas, las veces que intenté conseguir plaza y no tuve suerte. Pero ello no hizo que decayera mi ánimo. Al contrario, cada vez era mayor. Así que, en la última convocatoria, crucé los dedos más que nunca(con doble tirabuzón y triple salto mortal) al enviar mi correo electrónico allá por el mes de septiembre. Era consciente que, a esa hora (las 10:00 am), media España estaba haciendo lo mismo que yo. Las probabilidades de conseguir plaza eran, una vez más, poquitas. Ese día estuve atacada mirando constantemente el móvil por si, entraba su confirmación. Y tuve que esperar hasta las cuatro de la tarde. No me lo podía creer.
¡¡¡Tenía plaza, tenía plaza, tenía plaza!!!
No me importó ni el día, ni la hora, ni el mes ni nada de nada. Sólo sabía que, una de las ocho sillas, llevaba ya mi nombre.
Transcurrieron los meses hasta que llegó la esperada fecha del 24 de noviembre. Como sabréis, esa semana fue complicadilla y, casi hasta el último momento, temí no poder acercarme a Madrid. Aunque yo lo tenía clarísimo: no me lo perdía por nada del mundo. Y así fue, gracias a Dios.
¿Cómo explicaros lo que sentí?. A ver, soy persona que vivo intensamente cada minuto, cada momento. Para lo bueno y para lo malo, soy puro sentimiento. No entiendo otra manera de vivir la vida más que la implicación completa. Por eso, cuando Mer nos abrió la puerta del estudio, sentí como si me hubiera metido en una foto de aquéllas que tantas veces había visto y, noté un soplo «extraño y fantástico a la vez»:
En primer lugar, ver que estas mujeres eran reales y que, su estudio, era tal y como aparece en las fotos: el sueño de una mujer romántica, con mucho aire British y mucho de la provenza y mucho de….. un estilo precioso, con clase, personalidad y autenticidad. Vamos, como me gusta a mi la gente y como deseo ser yo.
Por las fotos, a los que me conocéis bien, os daréis cuenta de que «Berta estaba en su salsa». Es que no me hubiera marchado de allí en días. Y os recuerdo que, entramos a las cinco de la tarde y salimos cerca de las doce de la noche.
Uno no sabe hacia dónde mirar y no decir «québonitoporfavor». Y conste, que no era yo la única que quedaba pasmada. Era el ambiente general. Sólo había que mirar para las caritas de las compañeras, para darse cuenta que, ellas, también estaban viviendo una «experiencia».
Además, tuve la suerte de compartir curso con unas mujeres estupendas. Casualmente, casi todas íbamos de fuera de Madrid. ¡Lo que enriquecen estas experiencias!. Las personas tan interesantes que se conocen. Fue todo maravilloso y, creedme, que os lo digo convencida. Sabéis que no exagero:
El curso intenso, intenso. Me llevó en muchas ocasiones a corroborar lo que la Madre Aubarede pensaba de mis líneas rectas y que, os comenté hace unos post.
Estas son las galletas que elaboré yo con mis manitas. No me puedo quejar
Pero, como los retos me encantan, para mi eso no era traba. Me saldrían mejor o peor, pero nadie me iba a quitar el rato estupendo. Ni nadie ni nada me lo eclipsará nunca.
Hasta ahora no os he comentado que la temática era navideña. Y qué bonito, si viérais!. Realizamos los tres Reyes Magos, el árbol de Navidad, un copo de nieve, un paquete de regalo, un bebé y un angelito que me ha enamorado. ¿Por qué?. Pues, porque yo soy o era, un ángel, verdad?.
Tanto Mer como Mariapi nos han enseñado todas las técnicas para decorar las galletas, los trucos para conseguir las glasas en su punto. Ahora, sólo resta practicar, practicar y practicar.
Agradecerles su cariño, paciencia y lo maravillosas y cercanas que son. Como me ha sabido a poco, pienso repetir la experiencia y, cuando se abra el plazo para los nuevos cursos, volveré a ubicar mi dedo índice sobre la tecla intro, para ser la más rápida del reino once more.
Muacs enormes y Muydulcevinuesa
Os dejo mi galería en flickr con alguna que otra foto más.
p.d: todas las fotos de este post han sido realizadas por mi durante el curso. Las galletas han sido confeccionadas durante el mismo bajo la dirección, consejo y supervisión de MuyDulceVinuesa.
Hola BERTA …es mi taller pendiente que ganitas de verlo , hacer esas galletas precisimas y visualizar ese encanto de los rincones en los que siempre encuentras preciosidades ….te felicito por esas galletas tan lindas son una cucada …muy dulces muacs.
Sabía las ganas que tenías de ir y me alegro de que por fin lo hayas hecho y lo hayas disfrutado.
Un post con muchos de «guiños».
Carlos.
Mil gracias Berta!!!!!
Nos ha gustado muchisimo,y nos llena de satisfacion saber que disfrutaras tanto de la maravillosa tarde que pasamos juntas.Mil gracias otra vez y mil besos!!!!
Me encanta la entrada que has hecho y corroboro todo lo que dices.Los cursos de muy dulce vinuesa son especiales.
Yo ni te conocía, pero he visto que alguien comentaba una entrada en Facebook y aunque mi mundo no es la repostería, me encanta ver las maravillas que haceis, pero sobretodo disfruto con el trabajo de Muy Dulce Vinuesa.
Unas fotros preciosas y se transmite en tus palabras toda la ilusión.
Enhorabuena y a practicar ahora mucho 🙂
Preciosa entrada, ¡¡hacen maravillas!!. Yo no soy muy cocinera pero las visito con frecuencia pues es un placer darse una vuelta por su blog.
Un saludo, Belén
Hola Berta, cuánto me alegra que hayas disfrutado del curso que tanto deseabas y encima me alegra poder disfrutar de las maravillosas fotos que noshas dejado en esta entrada. Están llena de ternura y buen gusto. Son mágicas! Me encantan! Gracias por compartirlas.Y las galletas te han quedado fantásticas, más que eso! Bicoss
Marimi gracias. Yo creo que todas tenemos las mismas apetencias en estas cosas. Anímate que lo disfrutarás.
Carlos gracias. Has tenido que aguantar muchas veces cómo pasmaba mirando las fotos y diciendo «québonitoporfavor!. Gracias porque tú has sido parte contratante de la parte contratada ;-).
Niñas Vinuesa gracias a vosotras por ser encantadoras.
Anónimo gracias por dedicar parte de tu tiempo a visitarme. Es cierto que este curso tiene un halo especial.
Patriciamuchísimas gracias por dejar tu comentario. Es emocionante saber que alguien se interesa por lo que hacemos. Espero encontrarte pronto por aquí.
Belén muchísimas gracias. Para mi es muy relajante ver su trabajo. El gusto que ponen en cada galleta, en cada detalle.
Vero gracias por venir de nuevo. A mi también me encantan las fotos. Y las que no he publicado por no ser pesada, jaja.
Gracias a todas por dedicarme parte de vuestro tiempo. Muacs dulces
Jo Berta que envidia¡¡¡(sana) yo también quiero pero estoy en Alicante y no se cuando podré. Una entrada preciosa se nota que disfrutas con las cosas bonitas de la vida, a mi me pasa lo mismo.Besos MAr
Nos alegramos de que hayas disfrutado de ese taller tan bonito y en un ambiente tan especial
Besotes
Ana y Víctor.
Mar gracias por tu visita y tus palabras. Qué sentido tiene vivir si no lo sentimos, verdad?. El taller, pues una preciosidad en todos los sentidos.
Ana y Víctor gracias por visitarme, amigos. Lo he disfrutado y lo necesitaba al mismo tiempo.
Muacs dulces a los tres